Insuflación continua pasiva de oxígeno durante la resucitación
La ventilación con presión positiva, tanto con bolsa mascarilla como con ventilador, ha sido un tratamiento fundamental de la resucitación cardiopulmonar (RCP). Sin embargo, sus efectos son controvertidos por la disminución potencial de la presión de perfusión cerebral y miocárdica debido al aumento de la presión intratorácica y la disminución del retorno venoso durante la fase de ventilación.
La insuflación continua pasiva de oxígeno es un nuevo enfoque del soporte ventilatorio que tiene el potencial de evitar estos efectos y que además, cuando se proporciona a través de una cánula orofaríngea o tubo faríngeo, también acorta las interrupciones de las compresiones torácicas.
En las recomendaciones ILCOR 2015 se acepta que el suministro de oxígeno pasivo junto con las compresiones torácicas puede dar lugar a una cierta ventilación de los pulmones. El oxígeno puede suministrarse pasivamente en la RCP de varias maneras:
- Colocando una bolsa reservorio a 15 lpm y permeabilizando la vía área con una cánula orofaríngea o nasofaríngea.
- Utilizar dispositivos específicos de insuflación continua pasiva adaptados, según el nivel de competencia del personal sanitario a cargo de la reanimación, a una mascarilla orofacial conjuntamente con una cánula orofaríngea para mantener abierta la vía aérea, a una mascarilla laríngea o a un tubo endotraqueal.
Estos nuevos dispositivos de insuflación continua pasiva han demostrado, en diversos estudios, que consiguen una mayor supervivencia con buen pronóstico neurológico que la ventilación con bolsa mascarilla tras una parada cardiaca extrahospitalaria con fibrilación ventricular1.
En el siguiente vídeo podemos familiarizarnos con el funcionamiento de estos novedosos dispositivos y los conceptos teóricos subyacentes en la insuflación continua pasiva de oxígeno.
NOTAS
1. Pueden consultarse las referencias bibliográficas en el siguiente enlace: